El gigante público de la ingeniería Ineco vuelve a estar en el punto de mira de sus competidores privados. Siete patronales del sector, representantes de 175 empresas, se plantean llevar a la firma dependiente de Fomento ante los tribunales por un supuesto falseamiento de la libre competencia y, al mismo tiempo, denunciar una ayuda de Estado ante la Comisión Europea.
“En España recibe encargos [Ineco por parte de Fomento] en base a tarifas muy superiores a los costes de mercado y esos márgenes les permiten competir a la baja en licitaciones de la UE, en ocasiones, contra empresas privadas españolas”, citan las asociaciones en un comunicado. En él aluden a que muchos de esos contratos están financiados con fondos europeos.
Esta ofensiva, extraordinaria por cuanto las ingenierías privadas se levantan contra su gran cliente en la Administración, se produce después de que las patronales no hayan obtenido respuesta de la CNMC, ante la que presentaron denuncia el pasado mes de enero. Las siete asociaciones en pie de guerra son la andaluza Asica; la catalana Asinca; la asociación gallega Ageinco; el colectivo que reúne a las ingenierías de Castilla y León, Acalinco; la patronal extremeña Asincex; la valenciana Avinco, y el colectivo aragonés de ingenierías Asincar.
La denuncia ante la CNMC perseguía “detener el abuso de los encargos por parte del Ministerio de Fomento a su empresa pública”, se explica desde el frente de asociaciones. En el sector es opinión generalizada que el departamento de la obra pública, que ahora dirige José Luis Ábalos, está empujando hacia una reducción del mercado en España a través del continuado uso de la encomienda de gestión o adjudicación directa sin concurso. Antes de que comenzara la crisis diversos colectivos de la ingeniería ya denunciaban que esa estrategia constituye un ataque contra la libre competencia.
La queja de las ingenierías reside en que Ineco no deja de recibir encargos de gestión de Fomento mientras actúa en el mercado como cualquier otro operador privado
Los primeros requerimientos a la CNMC, pidiendo una investigación, están fechados en 2015. Las ingenierías aportaban informes del Tribunal de Cuentas y ponían de manifiesto posibles incumplimientos de la Ley 40/2015, de Régimen Jurídico del Sector Público.
Otras vías de trabajo han sido la denuncia directa ante los sucesivos ministros de Fomento y secretarios de Estado de Infraestructuras, o la participación en la fase de enmiendas, en 2017, a la Ley de Contratos del Sector Público 9/2017. El objetivo, en este caso, era promover una sustancial modificación del artículo 32 de encargos a los medios propios.
En ese periodo de alegaciones nueve organizaciones de la ingeniería, representantes de 219 compañías, fueron armadas con un informe jurídico que también fue trasladado a la CNMC el pasado mes de octubre. Este dictamen fue el que sirvió de base a la posterior denuncia.
Pugna en el exterior
La queja de las ingenierías reside en que Ineco no deja de recibir encargos de gestión del Ministerio de Fomento mientras actúa en el mercado como cualquier otro operador privado, especialmente fuera de España. Las denunciantes defienden que la entidad actúa al margen de los límites de la Ley de Contratos del Sector Público.
La supuesta falta grave por “falseamiento de la libre competencia por actos desleales”, recogido en la Ley de Defensa de la Competencia, puede acarrear sanciones de hasta diez millones de euros y la paralización de la relación contractual con Fomento, en busca de recomponer la libre competencia.
Ineco obtuvo unos ingresos de 224 millones en 2017, cifra de la que un 26% procede del exterior. Desde las asociaciones del sector se subraya el requisito legal de que el 80% de la facturación proceda de servicios prestados a sus accionistas para mantener la calificación de medio propio y seguir recibiendo encargos directos.
Ineco y el propio Ministerio de Fomento se han comprometido en distintas ocasiones a no distorsionar el mercado doméstico de ingeniería y servir de punta de lanza a la ingeniería españolaen grandes proyectos en el exterior. La batalla, sin embargo, continúa en todo lo alto.