Afortunadamente las inversiones en obras hidráulicas se han incrementado considerablemente en Andalucía en el último lustro gracias a la ejecución presupuestaria del canon de mejora, impuesto finalista afecto al ciclo integral del agua. No obstante, resulta insuficiente dada la ingente labor pendiente en nuestras cuencas. Andalucía tiene todavía pendiente la construcción de numerosas estaciones depuradoras de aguas residuales que deberían haber entrado en servicio en 2005, leen bien, hace 20 años por mandato de la Directiva Europea 271 de 1991, que el pasado año cumplió la friolera de 33 añitos (8,3 mandatos electorales). Dicha norma ha sido recientemente actualizada a través de la Directiva 2024/3019 y, como cabía esperar, incrementa la calidad de los parámetros de vertido y por consiguiente las inversiones a realizar.
Mientras que el gobierno de la Junta de Andalucía insiste en que estamos en la legislatura del agua, la inversión presupuestada para 2025 ronda los 500 millones de euros, lo que supone el 1% del presupuesto de la Junta de Andalucía y el 15% de las inversiones totales previstas. Adicionalmente, la serie de adjudicaciones en obras hidráulicas comprendida entre los ejercicios 2020 y 2024, acaudala 1300 millones de euros, teniendo en la actualidad obras en ejecución por valor de 850. Por diferencia, obtenemos que en 5 años se han ejecutado 450 millones, es decir, 90 millones de euros al año. Si bien estas cantidades son sustancialmente superiores a periodos anteriores, nótese que la Junta de Andalucía adjudicó 320 millones en el quinquenio 2015-2019 y 360 en el 2010-2014, se nos antojan insuficientes; dadas las necesidades de nuestro territorio y su creciente estrés hídrico derivado de la irregularidad de las series de precipitaciones.
Resulta asombroso que tres grandes presas de la Comunidad sigan pendientes: Alcolea en el río Odiel (Huelva), San Calixto en el río Genil (Córdoba) y Cerro blanco en el río Grande afluente del Guadalhorce (Málaga). Las tres tienen función de prevención de inundaciones y las tres esperan desde hace décadas. Asimismo, tenemos hasta 9 zonas de riesgo extremo de inundación cuyas infraestructuras no pueden demorarse más. En materia de abastecimiento destaca por su perentoriedad la llamada autopista del agua; sistema de conducciones entre el campo de Gibraltar, la Costa del Sol y Málaga. En referencia a los tan necesarios regadíos, tenemos las anheladas conducciones de Rules y, entre otras, la desaladora de la Axarquía. En definitiva, los planes hidrológicos de cuenca, en el ecuador su tercer ciclo 2022-2027, repiten sus anexos de inversión sin ejecutarse y no pasa nada. Debemos pues exigir la ejecución íntegra de los mismos, blindando las necesarias partidas presupuestarias, aunque sea vía impuestos finalistas, y una gobernanza efectiva entre la Administración General del Estado, la Comunidad Autónoma y las Entidades Locales.
Entre los principales problemas que detectamos desde el sector están: la lentitud de los procesos de contratación pública; un procedimiento abierto de licitación tarda una media de 11 meses en firmarse, la rigidez administrativa durante la ejecución de los contratos y los cuantiosísimos encargos al medio propio TRAGSA-TRAGSATEC. En el caso particular de la ingeniería de consulta, debemos alertar además del insuficiente valor económico asignado a las redacciones de proyectos, direcciones de obra y servicios de coordinación de seguridad salud. Verbigracia, la reciente licitación de servicios de conservación y mantenimiento de presas de las provincias de Granada y Almería en los que se establece como precio de licitación 27 €/hora de empresa de ingeniería desempeñada por un ingeniero especialista con 20 años de experiencia. Vamos, ¡una bicoca!
Ignacio Sánchez de Mora y Andrés
Ingeniero de caminos, canales y puertos
Presidente de ASICA, Asociación empresarial de Ingenieros Consultores de Andalucía.
Andalucía Económica / Industria del agua en Andalucía / Marzo 2025